• Tendencias fuerza

En estos últimos meses tanto Google como Apple han celebrado su conferencia de desarrolladores y han dejado entrever las novedades para sus últimos sistemas operativos móviles (Android P / iOS 12). Entre todas las características presentadas, me llamó la atención que ambos gigantes de Silicon Valley han mostrado su herramienta particular para ejercer un mejor control del consumo de móviles. Apple de forma pragmática lo denomina Screen Time (tiempo de pantalla), mientras Google se ha decantado por un nombre sugerente al llamar su versión Digital Wellbeing (bienestar digital).

La industria de la publicidad lleva una década en plena transformación. Ken Auletta, el conocido periodista de New Yorker, acaba de escribir otro libro al respecto (Freenemies, 2018). Ogilvy, una de las redes de agencias más icónicas del sector (propiedad de WPP), acaba de anunciar el cambio de su marca y una reorganización total (Fast Company, 5 de junio de 2018). La red fundada por David Ogilvy en 1948, con 450 oficinas y 16.000 empleados en 120 países, se parece hoy más a un holding que a una de esas empresas ágiles e integradas que los clientes necesitan.

Las redes sociales ya no son lo que eran. Han evolucionado una barbaridad desde que nacieron, en parte porque la necesidad de obtener ingresos ha obligado a algunas a ir «pivotando» su modelo de negocio, pero también porque los usuarios han ido variando sus preferencias. En un entorno que cambia a velocidades tan vertiginosas, las marcas han sabido ir acomodándose. No sin tensiones.

Trabajas en la recepción de un restaurante. Entre todo el ruido de la sala, suena el teléfono. Un hombre que se llama Daniel quiere reservar una mesa para dos personas el viernes tres. Tú, como recepcionista, haces la reserva. Te da las gracias y cuelga.

No era una persona, era un robot.

Estas semanas nuestros buzones de entrada se han visto inundados por empresas e instituciones que solicitan permiso para enviarnos mensajes. Son los efectos inmediatos de la puesta en vigor del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea.

A mediados de este mes se filtró en los medios de comunicación un video-experimento de X, un laboratorio semi-secreto de Google dedicado a desarrollar grandes avances tecnológicos. Esta unidad de negocio de Alphabet (la empresa matriz de Google) se define a sí misma como una fábrica de ideas pioneras y exploratorias para lanzar nuevas tecnologías […]

Aunque muchos ciudadanos entran en pánico cuando oyen hablar de inteligencia artificial los que trabajamos en entornos de innovación y tendencias palpamos a diario que la inteligencia artificial está integrada en nuestro día a día más de lo que nos hemos parado quizá a pensar.

Agencias y clientes buscan eficacia y rentabilidad en el mundo digital, que ofrece nuevas posibilidades de captar la atención de los públicos o hacerse presentes en las páginas preferidas, en ocasiones gracias al uso de big data o a los recursos de la publicidad programática.

Como jugador de Fortnite (muy malo, por cierto) y a raíz del post escrito hace unas semanas por Jurg Kaufmann, sobre Fortnite y el experimento de El Rubis, que batió todos los récords de audiencia en directo de Youtube, tenía ganas de escribir un post y dar alguna pista de este nuevo fenómeno que lleva entre nosotros poco más de 7 meses.

Fortnite es un juego gratuito (100% gratuito). No hay pases premium ni nada parecido. Todos los usuarios tienen la misma experiencia de juego.

El mundo entero busca la igualdad de género. Es una tendencia, no una arenga ni un eslogan –aunque podría–. Lo dicen los datos de Google Search Trends, que ha analizado los términos y expresiones que introducimos en la casilla de su buscador para sacar esa conclusión, resumida en este video, a caballo entre las estadísticas y el femadvertising.