por Teresa Uriarte
Gigi Vives, Laura Escanes, Los Tripletz y Saúl Ñiguez son los nombres que a todo millennial le suenan y esto El Corte Inglés lo sabe. La primera semana de noviembre, esta marca lanzó su campaña Otoño-Invierno 2017 rodeada de fotos y hashtags. Así, esa noche de moda, música e influencers, se viralizó en Instagram bajo el lema #SoyYo.
En el smartphone de un millennial no puede faltar una aplicación: Instagram. La red social con 500 millones de usuarios activos diarios. Pero, no es solo una red social si no que es algo más: un nuevo espacio de Marketing o ¿Tal vez debería decir Influencer marketing?
Un artículo de la revista Forbes que hablaba sobre este modelo de marketing asegura que “una mayor audiencia significa más potencial en tu contenido y nicho de mercado”. Así, personas con más de 860 mil seguidores en Instagram son los prescriptores perfectos. La Generación Y no muestra una desconfianza general por su contenido como la hace por la publicidad tradicional a la que pueden describir como agresiva.
¿En qué se basan las marcas? En la autenticidad y transparencia del contenido. Son gente joven, con una vida atractiva, cómoda e incluso: “real”. Los millennials les ven cercanos, de su día a día. En las palabras de Forbes, son “well-trusted influencers” con una irresistible transmisión de directos, o instagram stories. El cóctel perfecto para que el joven target no mire hacia otro lado.
Las marcas, hoy, quieren crear realidades cercanas: prescriptores que, a la vez que muestran qué desayunan anuncien la marca del jersey que hoy visten. No necesitan ni salir en la gran pantalla, ya que la pantalla que más (nos) importa a los millennials es la del smartphone.
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