Cómo perder el tiempo en tu empresa sin que se note

por Luisfer Martínez

Obsesión. Esa es la palabra que me viene a la cabeza cuando pienso en sistemas de organización, métodos para aumentar la productividad y reglas para ser más ordenado en el trabajo. Estos métodos responden a una pregunta inicial que es importantísima: cómo hacer más trabajo en menos tiempo. Una pregunta cuantitativa.

Hemos crecido demasiado rápido.

Hace unas semanas pude asistir al festival de publicidad El Chupete, centrado en creatividad y niños. Uno de los mensajes más repetidos por los ponentes fue el de volver intencionadamente a la infancia para gestionar mejor la creatividad.

Aunque en un primer momento pueda parecer una idea manida -lo es-, llevarla a la práctica no es tan sencillo. Los niños arriesgan porque no tienen miedo. El miedo, por otra parte, motiva en demasiadas ocasiones la toma de decisiones para los que ya no corremos detrás de una pelota.

Considerar que algo no es productivo es una tarea mucho más difícil de lo que parece. La innovación, por ejemplo, no es productiva a priori. No hace falta innovar para ser más productivo. Basta con copiar otro modelo que funcione mejor. Esta idea la explica Rafa Martínez (@estratega) con una claridad increíble en su Manifiesto contra la Innovación.

Ahora, además del método GTD (Get Things Done) hacen falta otros para perder el tiempo de forma productiva. Saludemos al método GWT (Go Waste Time). Sólo tiene 3 reglas, por ahora:

1. Planificar los momentos de caos. Perder el tiempo es tan bueno que sólo pasa a ser devastador en las mismas circunstancias que la comida, la bebida o… cualquier otra cosa buena: en exceso. Planificar momentos en los que perder el tiempo ayuda a que el resto de tareas también sean más ordenadas.

2. 60% leer, 40% buscar. Leer es la pequeña barrera que surge entre saber algo y no saberlo todavía. A la vez, es tan importante leer como saber qué leer. No basta con tener un feed de noticias o seguir sólo a gente relevante en nuestra cuenta de Twitter. Comentar lo que leemos con otras personas con preocupaciones similares a las nuestras es la mejor forma de agregar contenido a nuestra cola de lectura.

3. Estar a la última es importantísimo. El simple hecho de ‘ver qué se cuece’ vale más dinero que todos los gestores de tareas juntos y trabajando a la vez. La motivación y las ideas están ahí, en los límites de lo descubierto. Que se lo pregunten a Colón. Una gran forma de hacer un ‘estudio de mercado’ (miles de puristas me matarían ahora) es consumir los mismos contenidos que el público al que quieres dirigirte. Échale un ojo a los Youtubers que les gustan, a las cuentas de Twitter a las que siguen y a las últimas películas que les han emocionado.

Gracias por perder el tiempo leyendo este artículo. ¡Ah! Y deja que tus empleados también lo hagan.